jueves, abril 25, 2024
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Los orígenes de los gatos y su especial genética

En esta vida somos de campo o playa, pescado o carne, e incluso de alguno de los dos equipos de la ciudad… Pero en el mundo animal eres de maullido o ladrido, son la contraposición por antonomasia, aunque no por ello incompatibles como muchos creen….

Ya estamos aquí de nuevo, pero no para haceros una comparación entre gatos y perros ni para analizar pros y contras de ambas especies (eso quizás en próximas entregas), hoy queremos hablaros de los orígenes de los gatos y su genética indomable.

Los perros suelen asociarse con animales entrañables, cachorros de peluche o como el mejor amigo del hombre, por lo que pueden encantarte o simplemente pueden no ser seres que te apasionen, pero sin duda son menos quienes rechazan de pleno a estos peludos.

Sin embargo, los gatos tienen una particularidad, o los “amas”, o los “odias” (si es que fuera posible odiar a un animal, entiéndase el concepto). Son animales de extremos, algo que puede extrapolarse a su propia forma de vida.

Los gatos y nuestros intentos para domesticarles

Hablamos de gato doméstico como concepto actual, pero es importante tener claro la maravillosa genética e impronta de este animal que, a pesar de haberse convertido en un compañero de casa, es importante tener en cuenta que no se desprende cien por cien de su naturaleza salvaje, siendo casi imposible una domesticación en un porcentaje casi completo.

Esto se debe a su ascendencia felina, proveniente de felinos superiores con una carga genética indomable, lo que le convierte en un animal elegante en sus andares a la par que enigmático.

Según algunas fuentes, el gato tiene cuatro posibles líneas ascendentes, que explicarían por sí solas el origen de este pequeño animal de afiladas garras.

1. Descendiente del gato salvaje africano

Siendo los fenicios los culpables de traer la especie a Europa y de su consiguiente expansión. Esta teoría es interesante, ya que defiende que el origen se remonta al Antiguo Egipto, algo que socialmente nos han inculcado con una mezcla de historia y cine, viendo a unos espigados felinos ser inseparables amigos de los faraones. De hecho, a día de hoy, en muchos de los grandes monumentos egipcios existen representaciones de gatos.

En aquella época, eran animales muy respetados, además de grandes controladores de plagas.

2. Descendiente del gato salvaje de la India y Pakistán

Otra teoría coloca el origen del gato doméstico en su familiar salvaje originario de la India y Pakistán. En este caso es más una cuestión biológica y de desarrollo natural.

Al parecer, el cerebro del gato doméstico se asemeja en tamaño al del gato salvaje de estas regiones, aunque en nuestra humilde opinión, la teoría de la evolución y factores propiamente evolutivos podrían tener incidencia en estos hechos morfológicos.

3. Tan sólo una mutación genética

Una tercera teoría habla directamente de mutación genética del gato salvaje.

Es una afirmación algo enrevesada, y dice que… el gato salvaje se caracteriza por una marcada agresividad en su edad adulta, algo que no desarrolla el gato doméstico, por lo que la afirmación “grotesca” por nuestra parte es que no es más que un gato salvaje en edad temprana, no habiendo desarrollado tal agresividad.

4. Descendencia de los gatos monteses de Oriente Próximo (línea materna)

Una investigación posterior a estas teorías, asegura que el gato doméstico proviene de cinco líneas maternas de gatos monteses de Oriente Próximo.

Según esta investigación, se ha podido llegar a esta conclusión gracias a “métodos moleculares” que han podido obtener la genética comparativa con dichos gatos salvajes.

Nos gustan estas teorías, pero seguro que hay muchas más…

Pero si estas teorías no nos convencen, cuenta la leyenda que cuando Noé navegaba con su arca, una plaga de ratones acabó con toda la comida que encontraban. Desesperado, pidió ayuda a Dios, quien le dijo que acariciara tres veces al león, del que, tras un estornudo, expulsó al gato de sus fosas nasales para ser el azote de los roedores.

Mitos y leyendas aparte, lo cierto es que en infinidad de ocasiones, vemos al gato como un ser vivo individualista e interesado, aunque no siempre eso se corresponde con la realidad. Obviamente, si es comparado con el perro, la independencia o pulcritud de un felino son totalmente contrarias a las del can, pero por eso no pueden ser comparables en este artículo. Hablamos de naturalezas diferentes.

Esa misma naturaleza es la que hace a un gato poseedor con un nivel alto de autosuficiencia y de carácter algo desconfiado, pero sólo necesitarás un poco de cariño, y por supuesto comida, para ganártelos de por vida. No lo olvidemos, si quieres un compañero de vida limpio, aseado y sigiloso, un peludo gatuno será tu mejor compañía de sofá frente al televisor.

Lo que sí es cierto es que el gato está envuelto en un halo de misterio, un animal descendiente de grandes felinos, un ágil compañero que aún conserva gran parte de su naturaleza salvaje. Tras diez mil años de domesticación junto a nosotros, se niega a desprenderse de su más profunda naturaleza…

¡Saludos y miauuuu!

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