viernes, abril 19, 2024
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La dieta BARF y los beneficios de la dieta cruda en animales

Antes de abriros los ojos a un nuevo mundo, debemos decir que a muchos de nosotros nos encantan los animales, babeamos con un cachorro y nos los llevaríamos todos a casa.

Pero ni la lógica (y responsabilidad) suele permitir tener una jauría de perros, ni todos estamos hechos a según qué cosas. Porque no es lo mismo hablar de un peludito, que preparar entrañas y tráqueas para comer, ¿verdad?

Pero ¿Qué es la dieta BARF?

No, no hablamos de la última moda parar perder peso, ni una nueva gama de batidos detox para las celebrities, sino de Biologically Appropriate Raw Food, cuyo acrónimo es B.A.R.F. ¿Te suena de algo?

Quizás si sueles estar a la última en alimentación animal o eres miembro de algún foro de perros o grupo de Facebook sobre el tema, el término te resulte familiar.

Pero si BARF te suena a chino o al nombre de un personaje de dibujos muy popular, quizás te venga bien no dejar de leer, porque queremos que te vayas con la lección medianamente aprendida después de echarle un ojo a este artículo.

¿Qué es la dieta BARF?

¿Qué es BARF?

Este nuevo mundo del que hablamos, seguramente sea nuevo, sí, pero sobre todo laborioso. No costoso económicamente (si sabemos hacerlo bien), pero si requiere de tiempo y trabajo, aunque no nos cabe duda (y así lo confirman los que practican esta alimentación), merece muy mucho la pena.

La dieta BARF o ACBA, por sus siglas en español de Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada, es la dieta empleada en algunos animales domésticos basada en, como bien dice la definición propia del acrónimo, alimentos crudos.

Con esto se pretende mejorar la salud y alimentación de los animales basándose en sus orígenes, cuando comían de la propia naturaleza.

El principal exponente al que aplicamos esta “nueva” tendencia es el perro, debido a que sus orígenes proceden del lobo, animal carnívoro por excelencia.

Bien por necesidades del hombre o bien por interés del lobo, ya que se acercaban a los asentamientos humanos para aprovecharse de los resto de alimentos llegando a crear un “acuerdo” entre especies, la cuestión es que el parentesco entre el lobo y el perro es innegable, llegando a base de la socialización hasta lo que entendemos hoy como el mejor amigo del hombre.

Y fue en la alimentación natural de la especie en la que se basó un veterinario de origen australiano llamado Ian Billinghurst para crear la dieta BARF, poniendo solución al déficit alimenticio que, según algunos expertos, suponen la mayoría de piensos comunes.

La dieta BARF o ACBA, por sus siglas en español de Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada, es la dieta empleada en algunos animales domésticos basada en, como bien dice la definición propia del acrónimo, alimentos crudos.

Precisamente por sus orígenes, si soltáramos un perro en la naturaleza sería cuestión de tiempo que dejara escapar sus instintos de supervivencia, los más primitivos, esos que le hacen ser un gran cazador.

En este entorno, sus presas serían pequeños mamíferos generalmente vegetarianos, por lo que en menor proporción se alimentarían de vegetales y frutas que dichas presas tendrían en el estómago.

Es, en conclusión, un ciclo de vida natural. Situarnos en este contexto es importante, ya que de esto se deducen las proporciones que la dieta BARF defiende para nuestros fieles amigos.

Por lo general, la croqueta de los piensos contienen, en función de la calidad, patas, picos, cenizas o grano, algo que, por mucho que pueda ser idóneo para el ser humano (el grano, claro), no lo es del todo para nuestros amigos peludos.

Además, la técnica de cocción y preparado suele ser a altísimas temperaturas, por lo que se “carboniza” la croqueta, perdiendo multitud de nutrientes.

Este último caso está empezando a tener solución gracias a algunos piensos de gama media-alta, que están introduciendo una nueva forma de preparación denominada prensado en frío, con forma generalmente de pellet y una textura más blanda, como húmeda, debido a que se cocinan a temperaturas más bajas (35-45 grados frente a+-100 de los piensos comunes) manteniendo así muchos de los nutrientes necesarios.

En este punto, enfrentamos un tipo de alimentación “artificial” muy reciente en la historia evolutiva de nuestra mascota, en contraposición a una dieta natural establecida durante miles de años. Una dieta natural basada en un 70-80 por ciento en huesos carnosos (y carne magra), es decir, aquellos generalmente flexibles o semirígidos que tienen adheridos sobre al menos un 30% de carne, como podrían ser carcasas de ave, alitas, tráqueas…

Existe un miedo generalizado con respecto a los huesos y a que puedan astillarse, haciendo daño a nuestros animales. Pero es conveniente desterrar este miedo y aclarar que, estos supuestos ocurren con los huesos cocinados, no así con los crudos, siendo aptos incluso los de pollo.

El pescado también es “carne”

El pescado también es “carne”

Sí, futuros amigos BARFEROS, pescados como la sardina o el salmón, ricos en omega 3, son un alimento idóneo para algunos animales como el perro y su pelaje pero, desde CiberMascotas pedimos precaución y asesoramiento, ya que existen contraindicaciones para pescados como el salmón (puede contener una bacteria muy dañina) o el atún (con alto contenido en mercurio)

Antes de dar este tipo de alimentos, consulta a un experto veterinario, que una cosa es que sea natural y otra que no podamos evitar ciertos inconvenientes derivados de la naturaleza o la incidencia del ser humano…

Pero como hemos dicho, no sólo de carne viven los animales BARF, sino de frutas y hortalizas, las cuales se aconsejan hervir para eliminar posibles bacterias y restos de pesticidas. No olvidemos que este tipo de alimentación se basa en la casi nula manipulación de los alimentos, por lo que una ligera cocción en un momento dado es lo máximo a lo que debemos acogernos. Y a colación de esto, utilizamos la cocción como método de tránsito a la dieta BARF

Uno de los aspectos más importantes es conocer cómo pasar de una dieta normal, a la alimentación cruda.

En general, los animales suelen tener un estómago “delicado”, entendiendo esto como una habituación a determinados alimentos que, si se los cambiamos de manera brusca, podemos provocar irregularidades y descomposiciones intestinales.

Estos desajustes no son exclusivos de la dieta natural, sino por el simple hecho de cambiar de una marca de pienso a otra, por lo que la transición de una semana aproximadamente se vuelve imprescindible, utilizando proporciones del 80-20%, 70-30%, 50-50% y así hasta hacer el cambio completo. Pues con BARF, igual.

Podemos conseguir innumerables beneficios, pero como siempre decimos, consulta a un experto…

A estas alturas, estamos seguros que al menos te estás planteando probar y hacerte BARFERO y te has quedado con ganas de más.

¿Quieres conocer los beneficios de la dieta natural cruda? ¿Necesitas profundizar en las precauciones? ¿Estás deseando iniciarte? Pues no nos pierdas de vista, próximamente más y mejor.

¡Sano y natural! ¡Guauuu!

CiberMascotas
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